"No hay nada mas irritante para un fumador tener que escuchar que alguien le indique que deje de fumar"

 

Las ganas surgen de uno.

Cuando empecé a transitar mis primeras experiencias en yoga empezó a crearse en mi un proceso de desaceleramiento. Creo que esa etapa habia empezado mucho antes y como consecuencia elegí dentro de todas las actividades de mi vida, encontrar un espacio para la clase  de yoga. Ya habia terminado la etapa de cursar en la facultad y solo tenia que ir a trabajar a la oficina.A medida que transcurría el tiempo, mi comprensión sobre el yoga empezó hacerse mas clara. Como las capas de una cebolla se fue desmenuzando y develando que el yoga era mucho mas que un clase donde  se realizaban asanas. Ahora que lo veo con la perspectiva del tiempo, puedo observar que la clase era fruto de lo que estaba dentro mío y que mis aciertos y desaciertos estaban muy relacionados con ese momento. Claro que para esa época no estaba consciente de ello, pero si había una fuerza interior que me empujaba a seguir adelante, sin tener muy en claro las razones lógicas, los beneficios y toda suerte de argumentos racionales.

Es así como, que para mi segundo año de práctica empecé a despojarme  de cosas que no eran necesarias. Una de ellas era el cigarrillo. Tenía claro que era para ese entonces era una fumadora social. También sentía como el cigarrillo me restaba energía, me dejaba con menos fuerza y me colocaba en un estado de lejanía con el resto del mundo, me separaba de la naturaleza y de la vida.
Además observé que parte de este hábito tenía un correlato dentro mío: mi propia sombra, el lado oscuro, y mis ganas de destruirme de a poco. Por que lo hacia?
A su vez me daba cuenta lo mucho que influía  si alguien fumaba cerca mío, o si había visto alguna película en la cual fumaban también me estimulaba a hacerlo.

No era la primera vez que trataba de dejar de fumar. Sin embargo, esta vez sentía que era una etapa cumplida. Mas que centrarme en el dejar de fumar, es decir en el resultado, me concentré en mis ganas… en ese presente.
Claro que algunas técnicas de yoga ayudaron a dimensionar estas sensaciones. Por ejemplo: la práctica de kriyas como jala neti me estimulaba a generar una limpieza verdadera. Me despejaba la mente, los ojos, las vias respiratorias, y la boca. Ademas de minimizar mis resfrios y alergias continuas.
 De todas maneras, no fue una técnica en particular que ayudó al hecho mas bien fue todo esto que pasaba por dentro mío en la clase y fuera de ella.
Algo mucho mas sutil.
Paralelamente estaban mis ganas de seguir profundizando con el profesorado y algo me decía interiormente que queria ser instructora y eso también me determinó para abandonar completamente este hábito. Ya el hecho de dejar de fumar no pasaba sólo porque sentía menos ansiedad , también era una cuestión de ser congruente con lo que quería ser.

Yoga es una ciencia de vida, una disciplina milenaria que tiene una tradición de 3000 años. El yoga nos puede brindar la posibilidad de investigar sobre uno mismo, y también la posibilidad de ver la vida con otros cristales y empezar a gestar un cambio de adentro hacia fuera. El yoga puede ser de gran ayuda para dejar  hábitos que no son saludables. El yoga me ayudo a mi a dejar el cigarrilo.

Alejandra Sasso

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